Las Sociedades Financieras de objeto múltiple (So f omes) deben acelerar este proceso para seguir siendo competitivas.
El 2020 será registrado como el año de la resiliencia para una gran cantidad de empresas a nivel global, muchas fueron las lecciones que la pandemia nos ha dejado, pero quizás la más grande fue la importancia de la transformación digital.
“Transformarse o morir” podría sonar como una frase cruel, pero es muy cierta, sobre todo, en el mundo digital en el que vivimos y que aplica a la perfección para el momento que viven las Sociedades Financieras de objeto Múltiple ( Sofomes ) en México.
De acuerdo con diversos estu dios, en México sólo el 22 por cien to de las personas con smartphone usa aplicaciones de banca móvil o pagos fintech, y este último universo crece a un ritmo mayor, por lo que está de más decir que, el momento para resumir a la ola digital, es hoy.
Asimismo, el Banco de México estima que el 60 por ciento de las em presas obtuvieron su primer financiamiento a través de una Sofom, por lo que la transformación digital de estas entidades es un proceso que deben realizar urgentemente para seguir siendo competitivas.
Me atrevería a decir que esta necesidad no es una tendencia o una alternativa, hoy podríamos llamarlo incluso un tema de su-
pervivencia para mantenerse vigente en el mercado.
Se estima que del 100 por ciento de las Sofomes que existen en México, solo el 20 por ciento han digitalizado alguno de sus procesos, y solamente el 4 por ciento ha iniciado un proceso de transformación digital, lo que significa una oportunidad para reducir costos y agilizar procesos , tanto internos como de cara al cliente.
La transformación digital es una cámara bio rotundo y radical del modelo de negocio. Implica, como su nombre lo indica, una evolución de estrategias, productos, modelos de negocio y métodos de trabajo integrando la tecnología, no solo convertir lo tradicional a digital.
Retos y beneficios de la transformación digital
El reto más grande con el que se encuentran las organizaciones, cuando deciden iniciar este proceso de transformación, es que no saben por dónde empezar.
Se requiere de un muy buen análisis, una introspección para saber qué se está haciendo bien, qué se está haciendo mal, y con base en ello aprovechar las herramientas digitales para mejorar lo que no se está haciendo tan bien.
El segundo gran reto es el capital humano. Más allá de la atracción y retención del talento digital, es un tema de cultura y gestión del cambio del personal. Saber mover tus piezas y lograr que toda la empresa esté de la mano con el proceso.
Y un tercer gran reto es la colaboración; es decir, no casarse con una sola API, tecnología o proveedor. La tecnología cada vez es más barata, más rápida, por lo que se debe estar dispuesto a probar cuál es la que cubre nuestras necesidades.
Desde la Asofom reforzamos la oferta de valor de las sofomes con capacitación en los modelos innovadores y posicionamiento del tema de ciberseguridad.
Hoy, debido a la pandemia, estamos ante un cliente más informado, que exige más. La transformación permite conocer, aprender del cliente, entender cuál es su necesidad, su oportunidad a un nivel que los bancos no pue- den. Y se genera un círculo virtuoso, porque si se logra ese encuentro con el cliente en automático puedes generar valor.
Todo esto suena intimidante, y lo es.
Es un proceso importante y de gran escala. Es cansado, costoso, se lleva tiempo y es tan relevante que es casi im- posible llevarlo a cabo sin ayuda, por lo que se debe buscar el apoyo de expertos para eficientar las decisiones. Eso es lo que asegurará la supervivencia de las sofomes.
*Rubén galindo ávila tiene más de 20 años de experiencia en innovación y transformación digital de negocios. Es CEO de CapitalTech y presidente del Comité de Innovación y Tecnología
de la Asociación de Sociedades Financieras de Objeto Múltiple en México (ASOFOM) para el período 2021-2022.